Identificar qué es y por qué le sucede el problema al paciente; enseñarle y demostrarle, en el momento, cuál es la realidad de su problema. La imagen sólo muestra la estructura, el dolor sin embargo tiene 3 dimensiones (sensorial, emocional y cognitiva).  – “Tenemos imágenes de estructuras que no duelen y deberían, y dolores sin ninguna imagen a la que relacionarlo”-

Educar al paciente sobre la estructura y funcionamiento correcto, eliminar falsas creencias y proporcionar herramientas para que él mismo genere juicios adecuados.

Intervenir a través de la técnica más adecuada y sólo bajo el conocimiento y comprensión de esta por parte del paciente. Hacerle entender que sólo hallaremos el éxito si hay una implicación activa por su parte.

No es suficiente con solucionar el problema, hay que evitar recaer; el simple hecho de no notar dolor ahora no evitará una recidiva; para ello hay que fortalecer la estructura en cuestión, y por encima de esto, comprender cómo funciona y así, de forma autónoma, saber que hacer en cada situación.